«Creo que lo más duro fue todo eso que vimos por la carretera, personas muriendo, personas que no tienen nada que ver con esa situación. Llevaba conmigo a mi hija de cuatro meses y sólo quería que ella estuviera bien. Imágenes de terror, ciudades destruidas, eso es lo que se queda en la cabeza», dice Pedrinho. Con pasado en el Corinthians de Sao Paulo y el Benfica de Portugal, el atacante de 23 años fue uno de los jugadores brasileños del ucraniano Shakhtar Donetsk que aterrizó este martes en el aeropuerto internacional de Sao Paulo, tras un periplo por Ucrania, Moldavia y Rumanía. «Lo que más quiero ahora es estar con mi familia, con mis padres. Me despedía todas las veces que hablaba con ellos, pues no sabía si sería la última vez que hablábamos», afirma. «Fueron escenas lamentables y espero que nunca nadie pase por algo similar». – El