«De camino al hospital, le dije a Sabrina (su esposa) que lo mejor sería colgar las botas. Pero, esa idea cambió dos días después», contó Eriksen en el sitio web del club de la Premier League. Durante un encuentro de la fase de grupos del torneo europeo, el 12 de junio, entre Dinamarca y Finlandia, el centrocampista se desplomó y tuvo que ser reanimado sobre el césped antes de ser evacuado en una ambulancia. «Se trataba de una reacción en ese momento. Realmente, entendí lo que me había pasado más tarde durante la noche y los días posteriores. Comenzaron los exámenes y puse muchas preguntas: ¿Seré capaz de hacer esto? Y ¿esto?», prosiguió el jugador, de 29 años, que usa un desfibrilador cardíaco. «Pero la sensación después de escuchar a los médicos decir que incluso con un desfibrilador no hay límites para hacer lo que uno quiera e incluso con