Jugadores y equipo técnico finalmente llegaron a Fráncfort en otro aparato este jueves a las 13h30 GMT, 14 horas después de haber iniciado el viaje. El primer avión, que tenía que volar de manera directa entre Reykjavik y Fráncfort, lo gestionaba la compañía chárter lituana KlasJet. «Conforme al protocolo de seguridad de Boeing y de la compañía, el equipo decidió ir al aeropuerto más cercano», señaló un portavoz de KlasJet a la agencia deportiva alemana SID (filial de la AFP), «para asegurar que los pasajeros no se expusieran a un riesgo más elevado». Según una primera investigación preliminar interna, esta decisión fue considerada «justificada y conforme a la reglamentación». El aterrizaje se llevó a cabo sin ningún contratiempo. «No hubo nada espectacular y no fue un aterrizaje de emergencia», señaló el copresidente interino de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) Rainer Koch. «No escuchamos hablar de un problema técnico. Podíamos