Después de haber eliminado al campeón de Asia, el Ulsan Hyundai surcoreano en cuartos (2-1), y de dar la sorpresa ante Palmeiras brasileño en semifinales (1-0), los pupilos de Ricardo Ferretti afrontan la final ante el gigante bávaro con poco que perder y mucho que ganar; ser el primer equipo de México y de la Concacaf en proclamarse campeón del mundo. «Estamos muy contentos, felices, con mucha ilusión, con mucha motivación también, porque pienso que vamos a vivir algo único, algo increíble para nosotros, como club, como confederación, como país, como seres humanos, como futbolistas», expresó el extremo mexicano con pasado en la Liga española Javier Aquino, sobre la final que dará inicio a las 18h00 GMT en el Education City Stadium de Rayán. «Vamos a dejarlo todo, a pelearlo, a disfrutarlo al máximo, para tratar de dejar el nombre de Tigres y de México lo más alto posible», añadió.