El miércoles, este antiguo primer ministro, de 83 años, que quejó porque «las juntas directivas con muchas mujeres se prolongan mucho» porque, según él, «no dan por terminadas» sus intervenciones, lo que es «fastidioso». El jueves, Mori se disculpó durante una conferencia de prensa en la que se mostró a la defensiva, retirando sus palabras a la vez que explicaba con poca fortuna que él no hablaba «a menudo con mujeres estos últimos tiempos». Pero sus disculpas no aplacaron la cólera de algunos dirigentes políticos y deportivos, así como la de deportistas y voluntarios comprometidos en la preparación de los Juegos. «Me quedé a cuadros» porque palabras así «no deberían estar permitidas», declaró este viernes la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, citada por la agencia Kyodo. «La misión de la ciudad y del comité de organización es preparar unos Juegos seguros y protegidos, y nos vemos ante un problema grave»,