Un gol del israelí Lior Refaelov a la media hora de partido fue suficiente para tumbar al equipo entrenado por José Mourinho, que disputó el partido con varias de sus estrellas, como Hugo Lloris, Sergio Reguilón, Delle Alli y, sobre todo, Gareth Bale. El entrenador del Tottenham se mostró muy molesto con sus jugadores tras el partido: «El rendimiento fue muy pobre y el resultado es malo; no hay nada más que decir». Mourinho, tras felicitar al rival por la victoria y responsabilizarse de la derrota («el jefe soy yo», dijo), amenazó a sus futbolistas: «El partido me ha confirmado algunas cosas y me ha hecho descubrir otras que me ayudarán en el futuro a tomar decisiones». Árbitra española en Austria Con esta victoria, el Amberes belga lidera con 6 puntos el grupo J, seguido a tres puntos por los ‘Spurs’ y el LASK austriaco, que derrotó 4-3 al Ludogorets