“No hay nada qué temer, a los australianos los vamos a llevar a comer baleadas y pollo chuco”, dijo con humor a la ‘AFP’ el comisario Jorge Rodríguez, portavoz de la Policía de la segunda ciudad del país, situada 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa. Motivados Las baleadas no son de plomo sino frijoles molidos envueltos en tortillas de harina, un plato típico popular San Pedro Sula. Tras la calificación de Australia al repechaje, estalló como una bomba en Sidney la noticia de que sus jugadores llegarían a la capital de los asesinatos y del VIH/Sida en Honduras. Hace cinco años San Pedro Sula fue bautizada por una ONG mexicana como la segunda ciudad más violenta de América Latina, después de la mexicana Ciudad Juárez, un feudo de los poderosos carteles de narcotraficantes. Ahora las cosas han cambiado pero con despliegues militares y policiales. Mara-guerrillas El partido se disputará