La Audiencia de Barcelona condenó al futbolista en un juicio que apenas duró diez minutos y en el que Mascherano aceptó el año de cárcel que pactó con la Fiscalía y la Abogacía del Estado tras devolver a Hacienda la suma defraudada.
La sentencia condenó a Mascherano a un año de cárcel por dos delitos fiscales en los ejercicios de 2011 y 2012, y le impuso una multa de 815.000 euros (880.000 dólares) junto a la prohibición de obtener subvenciones públicas o beneficios impositivos mientras dure la pena.
La defensa de Mascherano solicitó al tribunal que le sustituya la pena de prisión impuesta por otra multa de 21.600 euros, un mecanismo que facilitaría la cancelación de los antecedentes penales del futbolista. Y si no se le concediera, pidió que se le evite entrar en la cárcel.
La Fiscalía apoyó la petición de la defensa, pero no así la Abogacía del Estado, que sí aceptó que se suspenda la entrada en prisión del futbolista -por carecer de antecedentes y ser la pena inferior a dos años- pero se opuso a que se le conmute por la multa económica.
