Vendedores sobreviven a una Semana Santa atípica
Los visitantes disminuyeron por la pandemia del COVID-19.
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Los visitantes disminuyeron por la pandemia del COVID-19.
Los vendedores de helado, comercios turísticos, ventas de comida han sido afectados por la Semana Santa atípica, ya que la afluencia de visitantes disminuyó debido a la pandemia del COVID-19.
Benito García Hernández dijo que desde hace cinco años trabaja como heladero para ganarse la vida. Asegura que luego de la pandemia, ha implementado medidas de bioseguridad para que sus clientes tengan la confianza de comprar. El año pasado los vendedores no pudieron trabajar debido a que las playas fueron clausuradas por el nuevo coronavirus.
“El año pasado estuvimos en el colapso, estamos esperando que la gente venga a pesar de las medidas de restricción porque de esta manera nos ganamos la vida”, detalló Joahana Rivas quién hace trenzas en Livingston.
Los vendedores indicaron que son pocos los visitantes que han llegado a estos lugares, sin embargo, esperan que puedan llegar durante la Semana Santa.
Los comerciantes aseguran que han mantenido sus precios para no afectar a los turistas.
En Puerto Barrios, Izabal, cuatro playas fueron restringidas por la municipalidad para evitar el contagio del COVID-19.
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El estudio completo fue publicado por la revista científica Animal Cognition.
La circulación estará prohibida desde el miércoles 31 al 4 de abril.
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