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Este lunes comenzaron a llegar al puesto fronterizo Corintio, entre Guatemala y Honduras. grupos de cinco a diez personas que intentan llegar a Estados Unidos. El próximo miércoles
Se espera la llegada de una caravana, la primera del 2021, integrada por al menos 1 mil personas.
Las autoridades guatemaltecas son claras: los extranjeros pueden ingresar si cumplen con los requisitos de sanidad, presentan una prueba negativa de COVID-19, los menores deben tener pasaporte y estar acompañados por sus padres. Las personas que ingresen de forma irregular serán devueltos a su país.
Ayer, un padre de familia y sus tres hijos quedaron varados en la frontera. Quieren unirse a la Caravana pero no pueden pagar por una prueba por la que tienen que pagar 2 mil lempiras (Q650) por un test por persona.
El hombre hondureño dijo que los obligan a realizarse la prueba en la frontera y no les aceptan un certificado de otra parte del país porque no confían en el resultado de la prueba sino la realizan en la frontera.
Relató que se quedó sin trabajo, perdió su casa y le ofrecieron quedarse en un rancho pero delincuentes intentaron asesinarlo. Presentó una denuncia a la policía pero no hubo avances en la investigación por lo que ahora él y su familia huyen de la violencia en su país.
“Los integrantes de la Caravana viajan porque en Honduras no hay trabajo y no hay comida, Nos estamos muriendo de hambre. El presidente es el único que está bien tranquilo durmiendo con su dinero en la bolsa” indicó el hondureño.
Ayer, las autoridades de Guatemala, Honduras y El Salvador sostuvieron una reunión para preparar dispositivos de seguridad para evitar que los ciudadanos hondureños crucen la frontera.
*Con información del periodista Carlos Cruz.
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