Cientos de manifestantes mantienen activa la Plaza
Las banderas, carteles y panes con frijol acompañaron a los manifestantes que gritaron consignas en contra de diputados, ministro y Presidente.
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Las banderas, carteles y panes con frijol acompañaron a los manifestantes que gritaron consignas en contra de diputados, ministro y Presidente.
Por segundo sábado consecutivo, cientos de personas acudieron para manifestarse en contra de la Junta Directiva del Congreso de la República, el ministro de Gobernación, Gendri Reyes, y el presidente Alejandro Giammattei.
Desde las 12:00 horas la Plaza de la Constitución comenzó a recibir a los manifestantes que llegaron con carteles, banderas, vuvuzelas y con ganas de hacerse escuchar. Poco más de dos horas pasaron para que dos grandes franjas de estudiantes universitarios arribaran para demostrar la vigencia de la Plaza.
Consignas que calificaban al ministro Reyes como asesino y saca ojos –haciendo alusión a la jornada de la semana pasada, en la que dos jóvenes perdieron un ojo por causa de presuntas agresiones policiales–, provocaron que los manifestantes ondearan con más fuerza las banderas.
La Plaza, vestida de azul y blanco, continuó recriminando a los diputados las palabras de su compañero, Rubén Barrios, que llamó “comelón de frijoles” a los manifestantes. Una representación de la protesta fue cocinar frijoles en una olla de barro frente al Palacio; varios asistentes también llevaron panes con frijoles y los comieron durante la manifestación.
Además de las enardecidas voces, decenas de carteles que enfatizaban que cada diputado le cuesta al Estado más de Q1 mil diarios, mientras que para cada niño se destinan menos de Q10.
“Prefiero un plato de frijoles honrados que 100 libras de camarón robados”, decía uno de los carteles alzados frente al Palacio Nacional; otros pedían la renuncia de Giammattei y los diputados de forma satírica reconociendo que “este pueblo frijolero los puso, este pueblo los quita”.
Comienzan los disturbios
La manifestación transcurrió con total normalidad, haciendo recordar a la Plaza que en 2015 consiguió la renuncia del binomio presidencial de aquella época; pasadas las 17:30 horas un grupo de al menos 20 personas comenzaron a incendiar un bus de Transporte Urbano (Transurbano).
Ante una Policía expectante, el autobús ardió en llamas hasta que los bomberos pudieron sofocarlas. Cuando solo había cenizas en el interior del bus llegaron los antimotines para dialogar con los manifestantes, quienes reconocieron que un grupo de infiltrados buscaba crear desorden para descalificar la manifestación pacífica que por horas estuvo en la Plaza.
Los estudiantes lograron que dos de los autores del incendio salieran del grupo de manifestantes. Al caer la noche, regresaron los manifestantes violentos que volvieron a prender fuego al autobús, continuaron quebrando vidrios y provocando caos.
Tras el grito de ¡regresaron los antimotines!, los autores del incendio se movilizaron para intercambiar pedradas con la Policía. Como ya es costumbre, los heridos los puso el pueblo; al menos tres periodistas, una defensora de Derechos Humanos, varios manifestantes y cinco agentes policiacos fueron golpeados.
Estudiantes se desligan
La Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) rechazó que algún miembro del bloque estudiantil participara en la quema del autobús y los actos violentos de ayer. Además, consideró que es un intento del Gobierno por criminalizar las manifestaciones y victimizarse con la Organización de Estados Americanos.
PDH y PNC se señalan mutuamente
La Policía Nacional Civil (PNC) aseguró que no podía actuar sin la mediación de la oficina del Procurador de los Derechos Humanos (PDH) para cumplir con el mismo amparo que la semana pasada no impidió el lanzamiento de gas, agresiones y detenciones arbitrarias. Por su parte el PDH recordó que es deber de la Policía resguardar el orden público, apegados a derecho.
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Jose Rubén Zamora
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