La de lo paradójico
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El departamento de Petén en la región norte de Guatemala, es uno de mis refugios espirituales favoritos en todo el planeta mundial. Sin duda alguna la naturaleza fue la más beneficiada por unos meses durante la pandemia a nivel mundial. Desafortunadamente el alivio será momentáneo y no resolverá de fondo la crisis climática. Pero una de las consecuencias inesperadas del brote de coronavirus fue un aire más limpio y la reducción en las emisiones de gases que contribuyen al cambio climático. Fue maravilloso ver en las redes sociales como aparecían animales salvajes, aventurándose en deshabitados espacios urbanos, mientras sucumbían países al confinamiento en el planeta. La naturaleza pareciera querer recuperar sus espacios perdidos. Tan solo en el mes de febrero, durante el confinamiento que llevó la provincia china de Hubei, el promedio de días sin contaminación atmosférica aumentó en un 21.5% en comparación con las mismas fechas del año anterior,
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