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Iniciando mi año sabático, en Hong Kong estaba terminando de imprimir mi libro Ciudades Coloniales de istmo a istmo, que hice para mi amigo El Marqués Juan Abellán y la empresa que dirigía. Al terminar de imprimir y ya estando de aquel lado del charco, un brinco a China Continental, se me apeteció que era lo que tocaba. Fui a visitar lo que todo turista visita, la Gran Muralla, la Ciudad Prohibida, el Ejército de Terracota, la plaza de Tian´anmen, el mercado de seda. Navegando en internet buscando como ir a Mongolia se me atravesó un anuncio del programa de voluntariado del Panda Research Center en la Reserva Natural Nacional de Wolong, es la reserva de pandas más antigua, más grande y más conocida de China. No me pareció mala aventura y tomé un vuelo a Chengdu en el centro de China, donde inició mi calvario, desde el aeropuerto, cuando
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