La solicitud de pensiones alimenticias y el cobro de las deudas adquiridas con tarjeta de crédito ocupan las agendas diarias en los centros de mediación del Organismo Judicial. Se trata de un método alterno para la resolución de conflictos que busca atenuar lo engorroso que puede resultar un proceso judicial. En la mediación no se habla de citación judicial, sino de una invitación para buscar salidas a un problema; no hay audiencias, como en el proceso judicial, sino sesiones; el árbitro no es un juez sino un mediador -psicólogo, trabajador social o abogado-; no hay defensor, ni fiscal acusador, sino dos o más personas que quieren resolver un conflicto. No hay debate, más que la discusión de las soluciones que los involucrados proponen ante el mediador, cuya función es similar a la de un árbitro, que interviene cuando se falta a las bases de la sesión. Tampoco hay sentencias,