Los analistas Phillip Chicola, Edgar Ortiz y Gabriela Carrera, indicaron que no existen indicios suficientes para hablar de un proceso viciado o fraude; pero que con la visualización de una ciudadanía más empoderada, cualquier sospecha de anomalías eran reportadas y magnificadas. “La entrega de boletas marcadas fue un fenómeno nuevo, pero que se dio en dos mesas, no fue algo sistematizado que pudiera calificarse como fraude”, dijo Chicola. Ortiz y Carrera aseguraron que el hecho más lamentable fue el producido en San Jorge, Zacapa, en donde las Juntas no pudieron ni asumir, y obligarán a la celebración de nuevas elecciones. “Hubo demasiados sobresaltos en algunos municipios. En Guatemala siempre hemos hablado de acarreos, conflicto por los resultados y ciertas anomalías, pero el número de denuncias superó con creces las expectativas, y que provocó que se ordenara la repetición de las elecciones en al menos tres municipios por temas de