Publicidad
En la vivienda de la familia de Ana Sánchez –una mujer mam que, desde hace 15 años, migró a Estados Unidos para salir de la pobreza en que vivía en Concepción Chiquirichapa, Quetzaltenango–, hay llanto, dolor y preocupación. En la aldea Tojchulup, los familiares de Sánchez esperan el cuerpo de sus dos hijos: Arranza Santa Méndez Sánchez, de dos años y Leonel Alexander Villagres Sánchez, de 12, quienes murieron trágicamente hace dos días en Charlotte, Carolina del Norte, Estados Unidos, luego de un incendio. Amigos y vecinos llegaron a la casa donde Sánchez creció a darle el pésame a su tía, Cresencia López, quien es como su madre, ya que ella la crió debido a que es huérfana de padre y su mamá había migrado a Estados Unidos. “Cuídese mamá”, fueron las últimas palabras que escuchó de los dos pequeños que consideraba como sus nietos. Los pequeños nacieron en los
Publicidad
Publicidad