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Las osamentas de 172 víctimas del conflicto armado fueron trasladadas ayer, desde la capital al poblado de San Juan Comalapa, para ser veladas y sepultadas en el cementerio de la localidad. Los ataúdes de madera, colocados en la plataforma de un camión, llegaron al poblado indígena luego de que se realizaran las pruebas para identificar los restos. De las 220 osamentas exhumadas del cuartel militar en San Juan Comalapa, solo 48 fueron identificadas con pruebas de ADN y entregadas a sus familiares. Las restantes 172 serán sepultadas sin identificar. El director de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG), José Suasnavar, señaló que aunque las víctimas serán enterradas en San Juan Comalapa pertenecen a distintos poblados, incluso de la capital. Serán sepultadas en ese lugar porque ahí fueron encontradas.
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