El Gobierno se olvidó de los damnificados por la erupción del volcán de Fuego
Los pobladores de al menos ocho aldeas de Escuintla deben recorrer un largo trayecto en busca de alimentos. Llevan una semana incomunicados, sin recibir ayuda del Estado.
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Los pobladores de al menos ocho aldeas de Escuintla deben recorrer un largo trayecto en busca de alimentos. Llevan una semana incomunicados, sin recibir ayuda del Estado.
El ingreso a la aldea El Rodeo luce desolado 12 días después de la erupción, los negocios están cerrados y solo algunas personas cuidan el centro de acopio local. A unos tres kilómetros cuesta arriba está lo que un día fue San Miguel Los Lotes, en ese lugar los sobrevivientes ayudados por rescatistas buscan los restos de sus familiares pese al riesgo que representa el volcán de Fuego que se mantiene en actividad. Más abajo se vive otro drama: recorrer un camino agreste de hasta 9 kilómetros para encontrar alimentos. No es la primera vez que las comunidades de Escuintla cercanas al volcán de Fuego están incomunicadas, pero la situación por la que hoy atraviesan es peor que antes. La erupción del pasado 3 de junio y la constante caída de lahares ha causado que en los poblados no haya agua potable ni transporte público, y que de a poco
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