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Verónica Ruiz, constituida como Tribunal Noveno de Sentencia unipersonal, se inhibió ayer de conocer el juicio que enfrenta el exministro de Gobernación, Héctor Mauricio López Bonilla, por el caso conocido como Blindados.
La juzgadora decidió separarse del proceso porque el exfuncionario presentó una recusación en su contra, con el argumento de que duda de su imparcialidad. Y aunque Ruiz rechazó ese recurso, anunció que se inhibía porque se cuestionó su integridad.
López Bonilla indicó que recusó a la togada, puesto que decretó el abandono de su abogado, Luis Mérida, debido que, el pasado miércoles se tenía programado iniciar ese debate oral y público, pero el penalista no se presentó a representarlo porque tenía otra diligencia que cubrir.
Ruiz reprogramó para ayer esa audiencia, y al ver que el exministro continuaba sin defensor, ordenó que fuera patrocinado por un abogado del Instituto de la Defensa Pública Penal (IDPP), a lo que López Bonilla se negó, porque asegura que se viola su derecho de defensa, ya que el litigante no conoce el expediente.
Ahora será la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, la que decidirá si acepta o no la excusa de Ruiz, o la recusación del exfuncionario. De ser aceptada, deberán asignar el proceso a un nuevo tribunal.
Este sería el primer juicio que debe enfrentar el extitular de Gobernación y se trata de una causa en su contra por irregularidades encontradas en el contrato de arrendamiento de 47 vehículos blindados, los cuales fueron utilizados por las autoridades de esa cartera en los tiempos del Partido Patriota.
47
vehículos blindados utilizados por esa cartera durante la administración patriota.
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Bicicletas iluminadas suspendidas en los balcones, en lo alto de algunas paredes o adornando el escaparate de una tienda: ciudadanos de Eslovenia decidieron aplaudir con originalidad a sus ciclistas, que han iluminado con sus éxitos un duro año 2020.
Lo han ganado todo o casi: Tadej Pogacar, el increíble vencedor del Tour de Francia, y su compatriota Primoz Roglic, segundo en la ‘Grande Boucle’ y campeón de la Vuelta a España y la Lieja-Bastoña-Lieja.
Fue en la pequeña región de Karst y Brkini (oeste), de fuerte tradición ciclista, a unos 80 kilómetros de la capital Liubliana, donde nació la idea.
“Queríamos homenajear los resultados de nuestros corredores y aportar una nota positiva en la crisis actual”, explicó a la AFP Tina Jancigaj Avsec, una de las organizadoras de la acción.
Eslovenia, pequeño país de la Unión Europea de dos millones de habitantes, se ha visto duramente golpeada por la segunda ola de la pandemia del covid-19 y estas atípicas decoraciones de Año Nuevo suponen un bálsamo en los corazones de sus habitantes, bajo fuertes restricciones desde hace muchas semanas.
Mientras recorren los pueblos, ahora se divierten descubriendo las instalaciones y enviando sus fotografías a los iniciadores del reto, que han prometido premios para los diez mejores.
Antiguas bicicletas sacadas del garaje o máquinas de competición, bicicletas de niño e incluso ruedas de carruajes de otros tiempos, adornadas con luces, aparecen por las curvas de los caminos, en los jardines, plazas públicas o en las fachadas de las casas.
Las ruedas “simbolizan la acción, el movimiento al futuro” y un año 2021 que todos esperan más feliz, señala Jancigaj Avsec. Es el momento de “promover el turismo en nuestra región y de no caer en la depresión del coronavirus”.
Aunque ella niega cualquier connotación política, protestantes antigubernamentales las han convertido en un símbolo de “resistencia”, según la expresión del semanario de izquierdas Mladina.
Algunos han publicado en las redes sociales fotografías de estas bicicletas decoradas, haciendo referencia a las manifestaciones ciclistas organizadas en los últimos meses en las grandes ciudades del país para protestar contra la gestión de la crisis sanitaria.
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