Cuando el Partido Patriota ganó las elecciones, a Byron Lima Oliva se le ofreció un regalo por sus aportes a la campaña que llevó a Otto Pérez a la presidencia. El recluso, condenado por el encubrimiento del asesinato del obispo Juan Gerardi, pidió el control de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP). Así lo declaró su esposa, Alejandra Reyes Ochoa, como colaboradora eficaz en el caso Caja de Pandora. En cuanto al Capitán se le informó que el gobierno del PP dejaría el Sistema Penitenciario en sus manos, comenzó a planificar organigramas sobre la asignación de puestos y colocó a Luis Alberto González Pérez al frente de la DGSP porque era muy amigo suyo, según Reyes Ochoa. Reyes Ochoa señala que varios de los guardaespaldas que prestaban sus servicios al Capitán o a ella misma, ocuparon puestos en presidios. “Yo tenía dos guardaespaldas: uno era Ostilio Novegil; a él,