San Marcos – Mil 500 militares, entre oficiales y soldados, comenzaron a movilizarse a partir de las cero horas hacia conflictivas comunidades de Ixchiguán y Tajumulco, donde a estas alturas de la mañana ya ocupan posiciones estratégicas y se han apoderado de las trincheras de la aldea Las Brisas, desde cuya cima se observan la localidad denominada Elevación 3000 y sembradíos.
La tropa se apoya con vehículos artillados y blindados J8. Autopatrullas y cientos de agentes de las Fuerzas Especiales Policiales (FEP) se ubican en puntos clave del área. La operación de toma de control al amparo del Estado de Sitio vigente que impuso el Gobierno central y ratificó el Congreso por 30 días, persigue desde las 6:00 horas frenar la violencia –incluso armada– entre comuneros por disputas limítrofes.
En las trincheras de Las Brisas, los soldados que recuperaron ese espacio hallaron escondida en un matorral una llanta ocultando municiones y botellas con combustible. Por aparte, la portavoz castrense Karen Pérez garantizó que serán respetados los derechos humanos de la población cuya seguridad se persigue salvaguardar a toda costa.
Comienzan a regresar
La presencia de contingente bien armado del Ejército de Guatemala en la zona está dando lugar a que muchos pobladores se animen a volver a sus casas, las que abandonaron 10, 12 o 15 días atrás debido a que sus vidas estaban en riesgo. Por ejemplo, en Ixchiguán la aldea Tuichán luce desolada, pero los pocos que se atrevieron a desafiar el peligro indican que algunos vecinos fueron a pedir posada a familiares.
Esto último es el caso de Raúl Martínez e Isabel García, quienes la mañana de hoy regresan a su vivienda en la comunidad Elevación 3000, de Tuichán, luego de 12 días de permanecer refugiados en Nueva Esperanza. “No es dable que estemos viviendo en el monte”, dice él. Y clama por el cese definitivo del conflicto. La mayoría de viviendas sigue deshabitada.












