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La suspensión de funciones como Vocal VII de la CSJ es indefinida, pero con goce del salario de Q31,980.01, mientras dure la investigación que sobre ella iniciaron ya el Ministerio Público y la CICIG por el delito de tráfico de influencias, derivada de una denuncia del juez Carlos Ruano quien declaró haber sido presionado en el caso IGSS/Pisa.
A su solicitud, Blanca Aída Stalling Dávila, de 60 años, ha quedado separada esta tarde de forma temporal e indefinida –aunque con goce de salario– como magistrada Vocal VII de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), según resolvió por mandato legal el Consejo de la Carrera Judicial (CCJ), mientras resuelve su situación penal derivada de una denuncia que en contra suya presentó en enero el juez Carlos Ruano, uno de los tres que iba a tramitar en el Tribunal Noveno de Sentencia el proceso por corrupción IGSS/Pisa y en el cual su hijo Otto Fernando Molina Stalling figura como uno de los 18 acusados. En su inciso d) la ley de la materia establece: Separación del cargo: la separación de la función jurisdiccional, con goce de salario, se produce en los casos en que se haya declarado con lugar el antejuicio contra jueces y magistrados, para garantizar el efectivo ejercicio
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