¿Cuál es el balance que hace de su año al frente del Congreso? – Un año muy conflictivo, pero con grandes avances para el país. De muchas fricciones, roces, de muchos enemigos y de muchos sectores afectados, pero que eran necesarios para que Guatemala caminara. ¿Acumuló más enemigos este año comparado con toda su carrera política? – Es que hay que entender que en política –esa es una lección que me dio mi madre hace muchísimos años por reflejo de lo que hizo mi padre– se consiguen falsos amigos y verdaderos enemigos. Entonces, hay que entenderlo así. No llevo contabilidad de eso, mis enemigos tienen que entender que no es un asunto personal, sino que fue un asunto puramente profesional en mi labor como legislador, no para tal persona o para tal sector, sino lo que correspondió hacer para el país. ¿Cuáles son los sectores más afectados por las políticas