¿Cómo se ingresa lo ilegal a las cárceles más indeseadas de Guatemala? Ya muchos lo han dicho: licor, drogas, armas de cualquier clase y prostitutas son apenas la punta del iceberg que se alza en el penal Pavón –donde el 18 de julio asesinaron al capitán Byron Lima y 13 personas más–, Pavoncito y los Fraijanes I y II. Y eso lo saben muy bien los habitantes de la comunidad San Francisco Pavón, próxima a la carretera hacia El Salvador y a tan solo 17 kilómetros del corazón de la ciudad de Guatemala. Son 250 las familias que habitan el asentamiento y padecen la zozobra constante por la inseguridad para hombres, mujeres y niños. Sin Reservas, uno de los segmentos especiales de Guatevisión, dio el campanazo al transmitir su reportaje San Francisco Pavón, poblado al borde del peligro, en el que nos revela no solo la pobreza y el abandono