El año 2015 pasará a la historia guatemalteca como el año en el que se rompió una dinámica electoral que solo permitía la alternancia en el poder para aquellos candidatos que lograban ocupar el segundo puesto en la elección anterior. Jimmy Morales fue la sorpresa anunciada del pasado domingo, cuando se posicionó desde los primeros conteos de votos en el primer lugar hasta llegar a 1 millón 160 mil sufragios que lo favorecen. El comediante de la televisión abierta se presentó como presidenciable del Frente de Convergencia Nacional (FCN Nación) en mayo pasado, justo cuando los escándalos de corrupción gubernamental desvelados por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) explotaron frente a una ciudadanía empoderada que confrontaba la opacidad del Estado y la ilegitimidad de los partidos políticos. Según Hugo Maul, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), Morales representa el antivoto contra el partido Libertad Democrática Renovada