Si la comida llegara a tiempo a las escuelas
En una escuela de Huehuetenango, un complemento al impuntual aporte alimenticio del Mineduc elevó la asistencia estudiantil al 97 por ciento.
Publicidad
En una escuela de Huehuetenango, un complemento al impuntual aporte alimenticio del Mineduc elevó la asistencia estudiantil al 97 por ciento.
El tercer desembolso para comprar la refacción escolar es una promesa que lleva dos meses de retraso, y contando. María Sales, fundadora y directora de la escuela “Caserío Buena Vista”, en San Gaspar Ixil, Huehuetenango, revisa los documentos donde tiene anotado el último aporte recibido por parte del Ministerio de Educación (Mineduc) y con el que debería comprar la comida para sus alumnos. “Sí, el dinero que nos depositaron la última vez tenía que alcanzar hasta el 30 de mayo, pero se acaba antes” dice. Para llegar a la escuela son 40 minutos de camino desde la cabecera departamental, la vista desde la escuela es envidiable, el hambre de los alumnos no. En tres salones las tres maestras se las arreglan para cubrir las lecciones desde preprimaria hasta sexto primaria. Una o dos tortillas acompañadas con alguna hierba suele ser el desayuno de estos niños, las educadoras estiman que
Publicidad
Publicidad