El icónico Árbol Gallo de Cervecería Centroamericana encendió sus luces en el Obelisco, pese a los efectos del frente frío que afecta con lluvias en el país. Acostumbrados a esta tradición, hombres, mujeres y niños se protegieron del agua con paraguas, capas y nailon improvisados que comenzó a caer a las cuatro de la tarde y se extendió durante toda la noche.
Y es que desde 1985 la empresa acostumbra instalar un árbol gigante que simboliza la paz y la fraternidad en familia. Pero no siempre tuvo la presentación del que ahora se exhibe en el sur capitalino, ya que desde sus inicios ha tenido variaciones que lo perfeccionaron hasta el de la fecha.
El iluminado ayer fue fabricado en San Francisco, California, por la compañía Barrango, especialista en dichas estructuras navideñas para centros comerciales. Sin embargo, por sus características el guatemalteco ha sido certificado como el más grande del mundo, dijo el vocero de la cervecera, Rodrigo Gavarrete.
Barrango investigó sobre otros árboles de esas condiciones que fueran exhibidos a nivel mundial y descubrió que el de Cervecería Centroamericana es el de mayor tamaño en nuestro planeta y, más aún, elaborado con materiales reciclados, porque la cervecera siempre busca ser amigable con el medioambiente.
Además, el 80 por ciento de sus luces intermitentes funcionan con energía solar.
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