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Asumió el mando de Honduras hace cien días y, aunque el optimismo sobre su gestión se mantiene, la izquierdista Xiomara Castro aún debe limpiar la imagen del país, manchada por el narcotráfico y la corrupción, y contener una migración alentada por la pobreza. Castro, de 62 años, esposa del expresidente Manuel Zelaya, derrocado en 2009, se convirtió el 27 de enero en la primera presidenta de este país centroamericano, tipificado como un «narco-Estado» en una corte estadounidense. Su antecesor, Juan Orlando Hernández, fue extraditado recientemente a Estados Unidos por narcotráfico, y en la fila está el exjefe de la Policía,…
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