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Explicaciones «patéticas» o simple «maniobra». El gobierno español se vio este martes bajo fuego tanto de sus socios habituales como de la oposición, sin lograr disipar las dudas sobre un escándalo de espionaje que amenaza su estabilidad. Detonante de una crisis entre el ejecutivo y sus aliados independentistas catalanes, que acusan a los servicios secretos de espiarlos, el caso estalló hace dos semanas cuando la organización canadiense Citizen Lab identificó a más de 60 personas de la órbita separatista cuyos teléfonos móviles habrían sido infectados entre 2017 y 2020 con el software de espionaje israelí Pegasus. El asunto del ciberespionaje…
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