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La ciudad china de Shanghái, confinada desde principios de mes, anunció el miércoles una prudente relajación de sus medidas sanitarias a pesar del aumento de muertos causado por este brote de COVID-19 que hace mella en la economía nacional. El malestar ha calado entre muchos habitantes de la capital económica de China, exasperados por las dificultades de obtener comida durante el confinamiento y por el aislamiento forzado de los positivos en centros de cuarentena de comodidad e higiene azarosas. Además, las medidas del confinamiento, previsto inicialmente para cuatro días, han provocado problemas en las cadenas de suministro y han hecho…
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