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Las muertes trágicas de migrantes que caen o quedan colgando del muro entre Estados Unidos y México son cada vez más comunes, alertan los grupos proinmigrantes y piden a las autoridades ayudar a prevenir estas tragedias que se suman a naufragios y a los fallecimientos por las altas temperaturas durante los veranos en los desiertos fronterizos. Es un círculo vicioso, explica a Efe Juan José Gutiérrez, director de la Coalición de Derechos Plenos para Inmigrantes, que agrupa cerca de 30 organizaciones que abogan por los migrantes. Subraya que la falta de políticas está obligando cada vez más a los inmigrantes a asumir mayores riesgos, y a los «coyotes» a cobrar más dinero. El pasado 11 de abril una migrante falleció tras quedar colgada boca abajo por un largo periodo de tiempo de la valla metálica, según detalló esta semana la Oficina del Alguacil del Condado de Cochise (Arizona). Las autoridades
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