Estrategia “cero COVID” desata caos en Shanghái
La metrópolis planea relajar el confinamiento impuesto en la urbe de 25 millones de habitantes.
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La metrópolis planea relajar el confinamiento impuesto en la urbe de 25 millones de habitantes.
La variante ómicron ha devuelto a China a la casilla de salida en su particular “batalla” contra el COVID-19, con fuertes restricciones a la movilidad, las fronteras cerradas al exterior y confinamientos de ciudades enteras como la metrópolis oriental de Shanghái que forman parte de su estrategia de “cero COVID”.
Las medidas hacen mella entre la población y la tensión llega a las redes sociales, en las que se comparten videos de peleas de residentes con sanitarios, de falta de comida durante las cuarentenas o del maltrato y sacrificio con crueldad de mascotas de personas aisladas, y donde se empieza a cuestionar la eficacia de los confinamientos dada la alta transmisibilidad de ómicron.
Los habitantes están confinados en sus hogares y se les prohíbe salir incluso por razones esencia les, como comprar comestibles.
Las autoridades admiten que la ciudad enfrenta “dificultades”, pero dicen que están tratando de solucionarlo.
Sin embargo, el enojo público también está siendo azuzado por otras medidas drásticas, como separar a los niños de sus padres si dan positivo. Los funcionarios de Shanghái respondieron permitiendo que los padres que también estaban infectados acompañaran a sus hijos a los centros de aislamiento. Según un informe de la agencia Reuters, hasta el viernes aún habían quejas sobre niños separados de padres que no dieron positivo de COVID.
Actualmente, China registra cifras de contagios inéditas en dos años, especialmente asintomáticos, con más de 20 mil contagios diarios de este tipo en los últimos días.
El sábado, Shanghái anunció
que planea relajar el confinamiento impuesto en la urbe, pero antes las autoridades realizarán una nueva ronda de test de ácido nucleico para todos su residentes.
El vicealcalde Zong Ming señaló que en función de los resultados, clasificará los edificios residenciales en tres tipos: “confinados”, “bajo control” y “en precaución”, con medidas diferentes para cada uno.
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