La deserción del embajador de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields, quien llamó «dictadura» al gobierno de Daniel Ortega, revela las «inconformidades» dentro del oficialismo, dicen analistas, que no descartan una «cacería de brujas» en filas sandinistas. Es «una confirmación de la existencia de inconformidades en círculos de poder de la dictadura», estimó en las redes sociales el economista y analista de oposición Enrique Sáenz. «Lamentablemente, es de esperar que el régimen ahora comience una cacería de brujas contra los familiares o allegados del embajador McFields y cualquier otro funcionario que lo haya apoyado», advirtió, por su parte, Juan Pappier, investigador…