Nunca antes tantos brasileños vivieron fuera de su país. Agobiados por la inseguridad y las dificultades económicas, cada año decenas de miles de jóvenes y jubilados, ricos y pobres, empacan maletas para rehacer su vida lejos de la mayor economía de Latinoamérica. Brasil, históricamente tierra de acogida de asiáticos, africanos y europeos, ve ahora a sus hijos partir: 4,2 millones de ellos estaban radicados en el exterior en 2020, cifra que empezó a crecer sin interrupciones desde 2016, cuando la cancillería reportaba tres millones de emigrantes, y se profundizó desde la llegada de Jair Bolsonaro al poder en 2019. «No…