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Un juez federal de Estados Unidos ordenó el lunes a la Fuerza Aérea indemnizar con más de 230 millones de dólares a los sobrevivientes y familiares de las víctimas de un tiroteo de 2017 en Texas, por no informar los antecedentes penales del atacante. Devin Patrick Kelley abrió fuego en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, Texas, en noviembre de 2017, dejando un saldo de 26 muertos y 22 heridos, el peor tiroteo en la historia de ese estado del sur del país. Kelley, que se suicidó tras el ataque, escapó del sistema de verificación de antecedentes para comprar…
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