Al menos 14 mil estudiantes, cientos de académicos y otros trabajadores y colaboradores, que se disponían a retornar a las universidades en Nicaragua en la segunda semana de febrero, seguían ayer en el limbo después de que el gobierno de Daniel Ortega ordenara el cierre de 14 universidades privadas, a las que el Parlamento, a petición del Ejecutivo, despojó de sus licencias. “Es un golpe muy fuerte, porque no sabemos dónde vamos a ir a estudiar”, dijo la estudiante Neyma Hernández, de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), que fue un bastión de las protestas antigubernamentales de 2018. Según los…