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Una orden del Vaticano llevó a dos fervorosas fieles a destapar una cruel red de pederastia en Colombia con 38 presuntos agresores. Los sacerdotes llegaron a rotarse a una de las víctimas en una trama que ya llegó a oídos de la Santa Sede. Hasta Villavicencio, una ciudad de medio millón de habitantes a 123 kilómetros de Bogotá con una catedral en la plaza central, llegó la instrucción del Papa Francisco. En 2019 el obispo Óscar Urbina quedó a cargo, por pedido del Papa, de indagar sobre los eventuales abusos sexuales cometidos por sacerdotes. El prelado se apoyó en Olga Cristancho (68…
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