Publicidad
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, empezó en el hospital un año que ya se perfilaba difícil, con su popularidad en un mínimo histórico a nueve meses de las elecciones, una economía en recesión y un repunte de la pandemia. El mandatario ultraderechista, de 66 años, tuvo que interrumpir el lunes sus vacaciones de Año Nuevo para ingresar de urgencia en un hospital de Sao Paulo debido a una obstrucción intestinal. Aunque el miércoles fue dado de alta, después de que los médicos descartaran una cirugía, este nuevo problema de salud, secuela de la puñalada que recibió durante la campaña de…
Publicidad
Publicidad