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Al menos 23 muertos dejaron enfrentamientos entre el ELN, la última guerrilla reconocida en Colombia, y disidencias de las FARC que se apartaron del Acuerdo de Paz, en una región fronteriza con Venezuela, informó el Ministerio de Defensa, ayer.
“Tenemos hoy 23 muertos que han sido encontrados” en una zona rural del departamento de Arauca (noreste), precisó el viceministro Jairo García tras un Consejo de Seguridad en la zona, sin especificar si entre las víctimas hay civiles.
El mandatario conservador Iván Duque afirmó que “es probable también que haya civiles” asesinados durante los enfrentamientos en el departamento de más de 300 mil habitantes. Su gobierno atribuye los choques a la “frontera porosa” de 2 mil 200 kilómetros que Colombia comparte con Venezuela, donde el gobierno de Nicolás Maduro “permite el asentimiento a grupos armados ilegales”.
Según el defensor del pueblo (Ombudsman), Carlos Camargo, una docena de familias ha tenido que huir por los combates en los municipios de Tame y Saravena. Autoridades locales denuncian que algunas comunidades están confinadas en medio del fuego cruzado.
El presidente Duque ordenó desplazar al Ministro de Defensa, la cúpula militar y dos batallones a la convulsionada línea fronteriza, donde la fuerza pública fue objeto de secuestros y mortíferos ataques a lo largo de 2021.
El ELN es reconocida como la última guerrilla del país tras el desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que negociaron su desmovilización en un acuerdo con el gobierno del Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos, en 2016.
Disidencias, ELN y narcotraficantes de origen paramilitar se disputan las rentas del tráfico de drogas en la región.
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