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«Merkel debe irse» se oía en las manifestaciones contra la inmigración antes de las elecciones de 2017. Pero ahora, con la retirada de la canciller Angela Merkel, el partido de ultraderecha alemán AfD perderá a su chivo expiatorio favorito. Aunque parece haber perdido apoyos desde 2017, y ahora se sitúa en torno al 11 por ciento, el partido –cuyas siglas significan Alternativa para Alemania– se ha arraigado firmemente en el panorama político del país. Pero ahora, cuando el «Merkel debe irse» ya no parece relevante, el partido antiinmigración y antisistema tiene que dirigir su ira hacia otra parte. «La salida…
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