Destino del cuerpo de Abimael Guzmán está en manos de la justicia
El fundador de la guerrilla Sendero Luminoso carece de parientes conocidos y su esposa está presa por lo que debaten un supuesto vacío legal.
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El fundador de la guerrilla Sendero Luminoso carece de parientes conocidos y su esposa está presa por lo que debaten un supuesto vacío legal.
El destino del cadáver del jefe histórico de la derrotada guerrilla maoísta Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, está en manos de la justicia de Perú tras el reclamo de su encarcelada viuda de recibirlo mediante una tercera persona para darle sepultura.
El cuerpo de Guzmán, quien murió el sábado a los 86 años en una prisión de máxima seguridad donde cumplía cadena perpetua desde 1992, estaba ayer en la morgue del Callao bajo custodia policial a la espera de una decisión judicial sobre su suerte.
La ley peruana señala que solo los familiares directos pueden recibir los restos de una persona que muere en prisión, pero dado que Guzmán carece de parientes conocidos y su esposa está presa, surgieron voces que piden cremarlo y deshacerse de las cenizas ante el supuesto vacío legal.
Pero Elena Iparraguirre, la esposa de Guzmán y número dos de la organización maoísta, autorizó legalmente desde prisión a Iris Quiñónez, una excompañera de prisión, para solicitar y recoger el cuerpo de la morgue. “La petición será evaluada en las próximas horas por la Fiscalía del Callao”, indicó ayer un comunicado de la institución. Mientras crece la incertidumbre sobre el destino del cadáver, surgen pedidos de una solución política desde el gobierno.
“Los restos del genocida no deben ser entregados a familiares y si la esposa no lo puede recibir porque está presa, lo lógico y razonable es cremar el cadáver y tirar las cenizas al mar”, declaró el analista político Fernando Rospigliosi. “No se debe crear ningún lugar de culto para sus seguidores”, agregó.
Iparraguirre y Guzmán, que fueron capturados juntos un 12 de septiembre de 1992 y estaban en prisiones diferentes, se casaron en la cárcel en 2010.
El Ministerio Público informó que la necropsia “concluye que la causa del deceso sería una neumonía bilateral causada por un agente patológico”. El cadáver debe pasar por un nuevo examen abundó la fiscalía sin mencionar si sospecha de COVID-19.
“No hay protocolo internacional para sepultar dictadores, criminales de guerra y genocidas. No estaría de más que existiera.
Obama sacó una ley especial para el cuerpo de Bin Laden”, tuiteó la exministra de Defensa, Nuria Esparch, sugiriendo tácitamente que el gobierno proceda de manera similar.
Libros por dinamita
Abimael Guzmán era un profesor universitario de filosofía que pasó sus últimos 29 años como el preso más famoso de Perú, sin concretar su aventura de reproducir en el país el modelo de su icono Mao.
El 17 de mayo de 1980 cambió los libros por la dinamita y hasta el 2000 fue el responsable intelectual de al menos 70 mil muertos y desaparecidos.
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