La noticia se divulgó antes de una esperada decisión del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) sobre la renovación o no del estatus de protección temporal (TPS) que aplica para los migrantes en cuestión.
El secretario de Estado Rex Tillerson informó a la jefa interina del DHS Elaine Duke el martes que las condiciones económicas, de seguridad y otras en esos países ya no son tan terribles como para que los migrantes necesiten permanecer en Estados Unidos, señaló el cotidiano citando a funcionarios gubernamentales anónimos vinculados con el tema.
Un funcionario del Departamento de Estado dijo a su vez que ninguna decisión había sido aún anunciada y declinó formular declaraciones respecto a la “deliberación interna y entre agencias” gubernamentales en la materia.
El DHS debe pronunciarse como máximo el lunes sobre el destino de 57.000 hondureños y 2.500 nicaragüenses cuyo TPS caduca en enero, dijo el Post.
El estatus les había sido concedido luego que el huracán Mitch asolara América Central, en 1998, y luego se les había renovado tras otros desastres naturales.
La mayoría de los migrantes que gozan de un TPS llegaron ilegalmente a Estados Unidos, pero fueron autorizados a permanecer en el país y a trabajar debido a la inestabilidad reinante en sus naciones de origen.
Los alrededor de 50.000 haitianos gozan del estatus tras el terremoto de 2010 que devastó a la empobrecida nación caribeña.