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La organización Civicus Monitor, con sede en Johannesburgo, Sudáfrica, descendió de categoría en un informe mundial sobre derechos humanos a los ataques contra periodistas, defensores de derechos humanos y la escasa independencia judicial.
En esa línea, el informe apunta a que el espacio cívico en Guatemala pasó de “obstruido” a “reprimido” durante el 2022.
“Esto significa que las libertades cívicas, incluidas las libertades de expresión, reunión y asociación, están restringidas de forma significativa dentro del país. Entre los países con un espacio cívico represivo también se hallan México, Honduras y Venezuela”, indicaron.
Dicho informe señala que en Guatemala se han tomado medidas para socavar el Estado de Derecho, debido a que periodistas y defensores de derechos humanos fueron objeto de acoso, criminalización y detenciones.
El informe ejemplifica también el caso de operadores de justicia, como el caso de Virginia Laparra.
Además, resaltan que el acoso judicial y la criminalización fueron las principales estrategias que se adoptaron para intimidar y reprimir a la prensa.
“En Guatemala, las personas y organizaciones que llevan a cabo una labor crucial para acabar con la corrupción y documentar los abusos contra los derechos humanos, corren grandes riesgos personales. Se enfrentan a actos de criminalización, amenazas de detención, acoso y agresiones”, explica Isabel Rosales, de Civicus.
Rosales añade que la calificación del espacio cívico ha empeorado y que esto pone de manifiesto “este deterioro preocupante”.
De esta forma, el informe coloca a Guatemala junto a otros 49 países a nivel mundial, como un nación con un espacio cívico “reprimido”.
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