En esa época, Jocelyn Bel era estudiante de doctorado en Cambridge, cuyo proyecto consistía en construir un radiotelescopio para estudiar los recientemente descubiertos cuásares. Jocelyn construyó manualmente ese radiotelescopio durante dos años y lo dotó de una resolución asombrosa.
Fue con él, que el 28 de noviembre de 1968 midió por primera vez una radiación muy leve de una periodicidad terriblemente precisa. Aunque en principio se consideró que podría provenir de vida inteligente interplanetaria, fue ella misma la que, perseverando en sus medidas, descartó esa idea, ya que consiguió medir esa radiación desde un ángulo distinto del mapa estelar.
Esa radiación es lo que hoy se conoce como púlsar, una estrella de neutrones que gira sobre sí misma y que es el único objeto donde la materia puede ser observada a nivel nuclear.
Sin embargo, esto no fue suficiente para la Real Academia de las Ciencias de Suecia, la cuál decidió no colocar a Bell entre las galardonadas argumentando que ellos no premiaban a estudiantes.
Esto provocó descontento en la comunidad científica, ya que era la primera vez que los Nobel reconocían a la Astronomía. Fue por ello, que en ese momento se llegó a comentar que existía la posibilidad de que Bell no había recibido el premio por ser mujer y que lo otro era solo una excusa.
Desde 1901, año en el que se entregaron los primeros Premios Nobel, los ganadores en su mayoría han sido hombres. A pesar de que ahora es más “fácil” para una mujer ganar un premio, de los 989 que la Fundación Nobel ha entregado a la fecha, solamente 61 han sido a una mujer.
Según una publicación de la plataforma Newtral con datos hasta 2021, más los ganadores de 2022, solo 12 mujeres han ganado en la categoría de Medicina, cuatro en la de Física, ocho en Química, 18 en Paz, 17 en Literatura y dos en Economía.