Cuando Stephanie Hedrick se dio cuenta de que tenía dificultades para respirar, visión borrosa y confusión mental, meses después de superar el covid-19, decidió que necesitaba atención más especializada de la que podía brindarle su médico. «No todos los médicos lo saben todo», afirma esta profesora jubilada de 62 años del estado de Virginia, en Estados Unidos. Después de meses de terapia de rehabilitación en una clínica especializada cerca de Washington, Hedrick finalmente pudo jugar en el mar con sus cinco nietos el pasado verano. El Programa de Recuperación de MedStar Covid al que recurrió forma parte de las clínicas…