A más de un mes de la tragedia que dejó a cinco guatemaltecos muertos por un incendio en Long Island, Nueva York, anoche fueron trasladados sus cuerpos a la aldea Esmeralda en Jerez, Jutiapa.

Una caravana de cientos de personas en vehículos y motocicletas acompañaron por varios kilómetros a los carros funerarios, que transportaban los restos de los migrantes hasta el lugar donde serán velados. 

Los fallecidos son Sonia Rivera y sus hijos Douglas y Andrea, Carlos Cifredo Peñate y Carlos Alberto Aguirre. Todos pertenecían a la misma familia. De momento, aún no se ha esclarecido cuáles fueron las causas del siniestro.

El incendio se produjo en una histórica mansión de 1907, la cual estaba dividida en tres apartamentos. Las víctimas guatemaltecas se encontraban en el tercer piso y no pudieron escapar del lugar cuando las llamas consumían el inmueble.

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