El padre Mauro Varzeletti manifestó que el amor de su vida son los migrantes y añadió que la mitad de su vida la pasó en Guatemala. “Esa mitad de mi vida fue para servir y dejar un proyecto para que el país siga atendiéndolos de la mejor forma”, aseguró. 

El director de la Casa del Migrante llegó a territorio guatemalteco en 1998, tras el paso del huracán Mitch. Verzeletti dijo que en esa época la nación estaba “profundamente golpeada” y fue cuando empezaron los flujos de personas hacia el norte de América.

“Desde ahí, siempre me ha motivado el trabajo que estoy desempeñando”, mencionó. Además, explicó que durante las caravanas de migrantes se quedaba sin dormir para poder atenderlos. 

“Después de 23 años, dejo Guatemala para seguir un nuevo proyecto que la congregación me está pidiendo: estudiar ciencias políticas en Brasil”, añadió. Él explicó que el objetivo de esa formación es fortalecer sus capacidades y desarrollar de mejor manera la misión. 

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