Policía Comunitaria en Guerrero integra a 30 menores de edad
Con el aumento de la violencia, en ese estado resurgieron nuevos grupos de autodefensa en 2013.
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Con el aumento de la violencia, en ese estado resurgieron nuevos grupos de autodefensa en 2013.
Un grupo de aproximadamente 30 niños, de entre seis y 11 años, se integraron a la Policía Comunitaria en el municipio José Joaquín de Herrera, en la Montaña Baja del sureño estado mexicano de Guerrero.
En un discurso realizado durante su presentación, los infantes exigieron al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que apoye a nueve viudas, a 14 niños huérfanos y a 34 indígenas desplazados de la comunidad de Acotapaxtlán, en Guerrero, quienes fueron víctimas del grupo delictivo conocido como Los Ardillos.
Además, reprocharon al mandatario por haberlos acusado de ser delincuentes “y le volvemos a recordar que no; somos niños comunitarios y apoyamos en el resguardo de nuestra comunidad nahua”, refirieron.
Los menores, pertenecientes al poblado de Ayahualtempa, realizaron también una marcha por las principales calles de su comunidad, en compañía de otro grupo de pequeños que se habían integrado al grupo policial en enero de 2020.
Este grupo de defensa cuenta además con más de 200 ciudadanos indígenas, quienes denunciaron haber sido abandonados por el Estado ante los ataques de Los Ardillos.
La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, de la cual forma parte este grupo policial, exigió al Gobierno Federal soluciones para sus demandas y anunció que si en los próximos días estas no se cumplen, impedirán la instalación de casillas en sus comunidades durante la jornada electoral del 6 de junio.
La decisión de integrar a infantes como guardias de su comunidad –la primera vez que se llevó a cabo esa acción fue en mayo de 2019– ocurrió luego del asesinato de diez músicos indígenas.
En 2020, cuando se anunció la integración del primer grupo de menores, el Gobierno del Estado dijo que su participación no debería ser alentada.
Control del territorio
En Chilapa, Los Ardillos mantienen una guerra por el control del territorio para el trasiego de estupefacientes, por lo que no cesa la violencia desde que en 2015 los grupos autodenominados comunitarios irrumpieron en el territorio, dejando cientos de muertos y obligando a otros tantos a desplazarse. Guerrero es uno de los estados más pobres y violentos.
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