¿Conoces el pueblo italiano que muere lentamente? Esta es su historia
Las autoridades afirman que el pueblo de Civita di Bagnoregio podría derrumbarse pronto.
Publicidad
Las autoridades afirman que el pueblo de Civita di Bagnoregio podría derrumbarse pronto.
Italia es uno de los países del mundo más visitados por los turistas, tanto por su comida como por su arte. Asimismo, es un país que guarda lugares extraordinarios y un tanto curiosos, que hace que cada año más personas se interesen por visitarlo.
Uno de los lugares que muchos turistas incluyen en sus planes cuando tienen más tiempo para explorar es Civita di Bagnoregio, uno de los pueblos más encantadores de la provincia de Viterbo, en Italia.
Esto se debe a que con el paso del tiempo ha ganado popularidad como “il paese che muore” que significa “el pueblo que muere”.
Los pobladores aseguran que está destinado a desaparecer lentamente, dado que a la poca cantidad de habitantes se le suma la erosión de las rocas de toba sobre las que se encuentra y la actividad sísmica que amenazan su existencia.
Civita di Bagnoregio se encuentra sobre una colina arcillosa de más de 400 metros de altura a medio camino entre Roma y Florencia, en la región de Lacio, entre aguas termales, lagos volcánicos, precipicios y restos de antiguos asentamientos etruscos y romanos.
De acuerdo con páginas de turismo, este burgo italiano se encuentra entre los más bellos y característicos del país, ya que mantiene sus orígenes etruscos y medievales. Esta localidad le permite a sus visitantes hacer un viaje por el tiempo en una escapada por Italia.
Según una publicación de Viajeros Ocultos, esta ciudad fue fundada por los etruscos hace unos 2 mil 500 años. En esos tiempos, la ciudad estaba formada por una aglomeración urbana, templos y el foro, centro de la vida civil y religiosa de la urbe.
Asimismo, detallan que se encontraba en una posición totalmente estratégica, cercana a la desembocadura del río Tíber que constituía una importante vía comercial y de comunicación.
Sin embargo, la zona mantenía una inestabilidad sísmica, por lo que los Etruscos desviaron ríos y construyeron canales de desagüe para el correcto flujo del agua de la lluvia. Con el tiempo, las obras se abandonaron y el territorio sufrió un rápido deterioro que lo llevó al abandono.
Por tanto, la colina de toba sobre la que se alza Civita, está afectada en la base por una continua erosión provocada por la acción de la lluvia y el viento. Estos elementos generan que lentamente se vaya deteriorando cada día más.
La fragilidad de la base sobre la que se asienta, que conlleva un progresivo derrumbe de sus edificios con el paso del tiempo, hizo que el Fondo de Monumentos Mundiales lo incluyera en la lista de los 100 lugares más amenazados del mundo.
Según La Vanguardia, el crecimiento del turismo en los últimos 10 años muestra cómo el boca a boca y una campaña sostenida para fomentar el turismo, incluyendo el cobro de un ticket de entrada al pueblo que hoy cuesta 5 euros, han dado sus frutos.
A pesar de que en el 2010 se registraron 40 mil visitantes anuales; en 2018 ya habían superado los 700 mil y hasta hay quienes dicen haber llegado al millón de turistas por año.
Antes muchos de los turistas solo llegaban para tomarse unas fotos, pero no comían ni dormían en el lugar. Es por eso que desde hace un tiempo los pobladores y las autoridades trabajan en fomentar un turismo de calidad para evitar la masificación que tanto daño ha provocado en otros sitios de Italia.
Hoy en día, tan solo diez personas habitan en Civita di Bagnoregio pero, a pesar de ello, la población se ha propuesto dejar de ser “el pueblo que muere” para pasar a ser “el pueblo que quiere vivir”, llevando a cabo toda una estrategia que dé vida a tan singular lugar durante el tiempo que exista.
Te puede interesar:
Publicidad
Publicidad