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Una pareja en Australia, Shaun y Sarah Sarso, compraron la casa de sus sueños por 490.000 dólares pero nada resultó como lo esperaban.
La pareja comenta que contrataron a un inspector de construcciones quien les aseguró que su domicilio no tenía ningún insecto.
Fue la mujer quien luego de tres meses noto en su baño una plaga de termitas en el enchufe del lugar. “Fue como en una película de horror. Grité muchísimo”, expresa.
“Tenemos dos hijos pequeños, de dos y tres años de edad y encontrar eso… No es seguro estar aquí, hay agujeros en las vigas principales” agregó la dueña.
La familia optó por mudarse ya que podía ser peligroso para ellos y sus dos hijos menores de edad. Ante esto, pidieron ayuda a otro inspector quien expresó que nunca vio una casa con tanta plaga y defectos estructurales. Este aseguró que la única manera de solucionarlo era derriba la casa para construirla de nuevo.
El agente inmobiliario que vendió la casa aseguró que, según la ley estatal, no está obligado a informar a los compradores sobre los problemas que puedan tener las propiedades.
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